En cuanto a las ventajas tenemos:
Acceso a información: Facilita el acceso a una amplia gama de recursos educativos en línea, lo que enriquece el aprendizaje.
Interactividad: Las herramientas tecnológicas pueden hacer que las lecciones sean más interactivas y atractivas, fomentando la participación de los estudiantes.
Personalización del aprendizaje: Permite adaptar el contenido educativo a diferentes estilos de aprendizaje y ritmos individuales.
Colaboración y comunicación: Facilita la colaboración entre estudiantes y profesores, así como la comunicación instantánea, incluso a larga distancia.
Desarrollo de habilidades tecnológicas: Prepara a los estudiantes para el mundo laboral al proporcionarles habilidades tecnológicas y digitales relevantes.
Desventajas:
Brecha digital: No todos los estudiantes tienen acceso equitativo a la tecnología, lo que puede crear una brecha entre aquellos que la tienen y los que no.
Distracciones: El uso indebido de la tecnología puede distraer a los estudiantes y desviar su atención del contenido educativo.
Dependencia tecnológica: En algunos casos, el excesivo uso de la tecnología puede llevar a una dependencia, afectando la capacidad de los estudiantes para aprender de otras maneras.
Problemas de seguridad y privacidad: Existe el riesgo de exposición a contenido inapropiado y problemas de seguridad cibernética si no se gestionan adecuadamente.
En resumen, la inclusión de tecnología en el aula ofrece beneficios significativos para el aprendizaje, pero también requiere una cuidadosa consideración y gestión para abordar sus posibles desafíos.