La escuela Víctor Hugo de Sofia (Bulgaria) ofrece varias aulas en las que se introduce la metodología llamada STEAM (Science, Technology, Engineering, Arts and Mathematics), introduciendo pensamientos científicos y fomentando un aprendizaje mucho más interactivo, además de involucrar a niños con discapacidad media en él. Por ello, me gustaría destacar varios elementos que han captado mi atención:
En primer lugar, cada una de las aulas STEAM está ambientada en función de la asignatura que se imparta en ese espacio. El poder contar con numerosos elementos interactivos como las pizarras táctiles que permiten proyectar cuatro pantallas diferentes de manera simultánea es una maravillosa idea. Gracias a esto, el discente se puede concentrar mejor durante las explicaciones sin la necesidad de estar cambiando constantemente de pantalla.
En segundo lugar, la gran creatividad con la que se han diseñado las sillas me parece increíble, ya que facilita muchísimo la disposición del alumnado en cuanto a su agrupación. También cabe resaltar el espacio destinado a almacenar las mochilas y sus propios enseres, colocado estratégicamente debajo de la silla con la finalidad de ahorrar espacio y tiempo. Es un gran avance del que deberíamos tomar nota el resto de países.
Gracias a todo esto, el alumnado puede colaborar activamente con el resto del grupo-clase, convirtiéndose en buenos estudiantes, pero también en buenas personas. La escuela es un claro elemento socializador que permite el desarrollo de los niños, tanto desde el punto de vista interpersonal como intrapersonal.
